Descubriendo el Mundo Del Loyola.
17 de febrero del 2011, 7:30 de la mañana, primer día de clases para un joven que provenía de una institución totalmente diferente a la cual se iba a enfrentar por primera vez, algo impresionado por la estructura del plantel, me descuido analizando cada lugar que estaba al alcance de mi mirada. En ese pequeño instante un profesor hace un llamado que todos se dirijan al auditorio del colegio para recibir instrucciones de primer día, algo impresionado por la forma poco particular del colegio, me dispongo a entrar al auditorio, al entrar a esta parte del colegio solo en mi léxico había una palabra que describía la forma de este lugar, inhóspita, un tanto frio, un olor implacable que provenía de la materia fecal que era expulsada por las palomas que vivían en este sitio, me ubico en la mitad de las bancas del llamado “auditorio” con tan grata sorpresa, se encuentra a mi lado la persona más cansona a la cual yo podía conocer , pero bueno eso no era impedimento para estirarle la mano y con un apretón algo fuerte nos saludamos, de tan grata impresión la mismas pregunta surgió de cada una de nuestras bocas, tu qué haces aquí, con una sonrisa en mi rostro le respondí de la manera más sincera. Parce el otro colegio me tenía aburrido, por eso opte por que mi mamá me matriculara en esta institución, las palabras casi que concordaban entre los dos, termina la inducción por el profesor Hernán Darío Villegas el cual era una personas que no era de pocas palabras, cada vez más extendía las palabras no era tan solo una inducción era una clase de conferencias en forma de bienvenida, salgo del llamado auditorio y tomo un suspiro de aire puro, a decir verdad mis fosas nasales me lo agradecieron , porque el olor era algo insoportable, me dirijo a la tienda de la institución en donde compre algo de comida chatarra para comer en ese corto descanso.se juega un partido entre alumnos antiguos y algunos nuevos que empezaban a integrarse, un día que parecía normal. Culmina el descanso y nuevamente al auditorio del colegio en donde se dirige un nuevo docente al alumnado nuevo, entregando nuevos parámetros para el primer trabajo que se realizaría el día siguiente. De bienvenida nos regalan un dulce. Me toca una colombina de chocolate. Soy de las últimas personas en salir del auditorio me levanto de mi puesto y con mi mano derecha empucho la colombina y con la mano izquierda rompo el empaque de la misma, me dispongo a caminar, pero una niña me llama. Pero no presto atención; al segundo llamado me dice niño usted el de la camiseta de color gris, me percato que el llamado se dirige asía a mí , giro la cabeza bruscamente y la miro fijo a los ojos, indudablemente es hermosa. Cuando capta mi atención me pregunta ¡Me puedes regalar tu colombina? … Le respondo ¡pero? Ya la destape? Su respuesta de inmediato fue no importa. No dude dos veces y se la entregue. Me retiro del auditorio para el coliseo. En donde nos informan que ya nos podemos retirar de la institución y que el día siguiente entraríamos a la misma hora 7:30 am. Ya obtenida la información busco la salida con mi compañero. Si el cual les mencione al principio. El cansón, su nombre era Daniel Varela, en donde a la salida nos estaban esperando una seria de buces que nos dejaban en ciertos lugares cerca a nuestro destinos de residencia. Pero el papá de mi compañero estaba en su carro esperándonos. Al llegar a mi casa no dude en llamar a mi mamá y decirle todo lo que me había pasado ese primer día de clases. Mañana del 18 de febrero, me llama mi compañero a mi celular y me dice Stiven cerca de su casa pasara una ruta del colegio pilas para que se monte en ella, acate las indicaciones de mi compañero. Y, Si era verdad un bus algo grande, pito y algunos estudiantes se montaron, yo al no saber si era o no era del colegio me subí salude al señor conductor, me disponía a buscar un puesto, arranca el bus y yo sigo parado, en el, sin encontrar puesto alguno, cuando me percato de una mirada de ojos cafés, era inolvidable la mirada de esa niña, era ella. La niña que me había pedido el dulce el día anterior en el auditorio, me siento en las últimas sillas del bus y espero llegar al colegio. Paramos en la entrada de la institución todos empiezan a bajarse y bajar directo al colegio, sigo el montón. Solo, pero a mis espaldas me gritan mi nombre, sin duda es mi compañero, que llegaba en otro bus del colegio. Espero a que descienda del automotor y llegue en donde estoy yo parado y nos desplazamos para el colegio. Pasa esa sema de inducción, y empieza la semana académica normal en donde conozco algunos profesores que dan áreas que me gustan mucho, sin duda empiezo con pie derecho saco mis primeras notas en buen promedio. Pero algo si me aterrorizaba era la clase de tecnología la maestra era un tanto estricta en su área y puesto que teníamos que tener la web personal muy bien diseñada y bastante organizada. Pero bueno era algo nuevo para mí tenía algo de tiempo para adaptarme, no dude en pedirle ayuda alos alumnos antiguos y nadie me ayudaba ni me ofrecía una asesoría puesto que no socializaban con migo en ningún momento. No me importo y perdí esta área. Pasa el tiempo y estamos en el mes 4 en la institución y llega una persona en cual yo empezara a confiar, habla mi propias palabras de un dialecto de tierra de un son, pachanguero pues si es costeño de pura sepa, es mi profesor de ciencias naturales y química, una gran persona, centrada en su área de trabajo y sus estudiantes principalmente, es una persona que desde el principio en sus clases , noto que mi rendimiento no era el mejor, por lo que tomo parte de su tiempo para hablar conmigo en donde una de las primeras preguntas que me hiso fue. Stiven no te están correspondiendo en el amor que estas como todo decaído. Mi única respuesta fue. Profe sinceramente este colegio me tiene aburrido, no es el ambiente de estudio ideal para mi. De inmediato se exalto de forma robusta como es su compostura física, y responde con fuerza y claridad, en que estás pensando es totalmente incorrecto lo que dices, estudia, trabájale duro a la convivencia con tus nuevos compañeros y adáptate mejor a la forma de trabajo en el colegio que yo sé que tú eres capaz. Me deja solo para que reflexione un poco.. Suena la campana del reloj, un nuevo día empieza son las últimas semanas de estudio en el colegio Loyola en donde me daría cuenta si pasaría al siguiente año, solo queda esperar el resultado de las notas finales y para gran sorpresa apruebo ese año. Sin dudarlo dos veces busco al profesor William y le estiro mi mano y le doy gracias. Y gracias por todos y cada uno de sus consejos, solo se sonríe y me dice, el esfuerzo es tuyo y el futuro lo escoges tú, sigue trabajando duro el siguiente año que con seguridad sé que lo aras mejor. Nos despedimos de una apretón de manos. Y bueno a pasar la navidad con mi familia la mejor época de año, si Diciembre en donde lo que más me gusta viajar junto a mi papá. Pasa la temporada navideña y estamos en el siguiente año 2012 en donde cursare el grado 10°, bueno una nueva etapa de trabajo arduo y sin descanso nuevas propuestas de investigación y de conclusiones que tendrían soluciones prontas, y si, conozco a 3 compañeros con los cuales jamás había compartido. sus nombres eran Jorge, mariana y Camila. Personas que no se parecían en nada y ni si quiera compartían los mismo gustos empezando por Camila, su aspecto al principio era un poco calmada de gestos algo incomodos, opiniones poco acertadas a la hora de entrar en discusión por algún tema, Jorge una persona concentrada y algo estudiosa pero al poco tiempo me enteraría con quien en verdad estaba trabajando, pasan los primeros meses y de ahí empiezan a desengrosarse algunos sucesos, como discusiones, pero no sería nada tan grave, en entendimiento y resultados no un poco más que buenos. El rendimiento era mejoraría cada vez más. Mariana desde el principio fue una persona que decía lo que sentía a su parecer y Jorge aquel joven de perfil callado y estudioso resulto ser todo un loquillo, si por decirlo asi una persona que le gustaba reir de chistes y de bromas un tanto pesadas. Pero bueno no era lo único en lo que aquellos personajes de estudio se centraban a diario, cumplíamos con los deberes y trabajos para elaborar para diferentes asignaturas en donde rendíamos un tanto bien. Pasando por momentos un tanto difíciles estamos culminando el segundo semestre académico en nuestra institución en donde nos enfrentaríamos al denominado grado, un décimo, sí. Una etapa más abierta, que recopilaría temas y ciencias de años pasados. En donde el rol de cada uno era estar siempre alerta a la concentración de ganar y solo ganar. Bueno es nuestro año decisivo en el colegio, sigo con mis compañeros de trabajo, del año anterior y ya somos algo parecidos a la hora de aportar ideas, conocemos nuestros resabios y nuestros gustos, no hay discusiones ni temas de los cuales no conozcamos. Estamos en el segundo siclo del año encolar, ya casi culminando nuestro estudio. Es en donde nace esta pequeña y resumida historia de mi paso por el colegio Loyola.
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