jueves, 24 de octubre de 2013

01 DE FEBRERO DE 2010

A primera hora del día, el auditorio de lo que antes era el colegio Antonio José Bernal, dio lugar y protagonizo el inicio de una historia cuyos participantes fueron convocados en todos las instituciones educativas oficiales de la ciudad de Medellin, con el propósito de reunir en un mismo lugar a estudiantes brillantes, jóvenes que se salieran de un estereotipo juzgado por una sociedad consumista, adolescentes que cada día demostraran luz propia y su formacion integral como persona. 

Cinco docente y alrededor de sesenta estudiantes dieron inicio a un sueño, dieron comienzo a una idea piloto en el país que revolucionaria la educacion. Un principio algo extraño y mas cuando cada uno de los estudiantes llega a este lugar con una idea previa de lo que se podría encontrar, con mucho entusiasmo de empezar a estudiar y con ganas de encontrar promesas. Fueron muchisimas las decepciones, fue dura la adaptacion, pero nunca imposible el acoplamiento total a una metodología de trabajo diferente.

Mas que búsqueda de oportunidades o cambio de espacio, el Colegio Loyola para la ciencia y la innovación es un sentir y un querer, han sido cuatro años muy bien invertidos, ha sido un tiempo de conocimiento arduo, de crecimiento personal inmenso y de enseñanza increíble. Un lugar donde se aprende para la vida y se forman personas integras. 

En medio de las dificultades y los inconvenientes se aprende a no conformarse con la comodidad, sino seguir el proceso y esperar mejorar las condiciones que nuestro alrededor para poder al mismo tiempo innovar en cada actividad que se desarrolle, en cada idea que se produzca o proyecto que se ejecute. 

Mas que 200 mentes pensando en pro de un sueño, somos un solo actor en todo este proyecto, cada uno de los integrantes de la familia loyolista es un contribuyente al objetivo institucional, es un complice de la innovación y de la diferencia de educacion que cada día se implanta mas en la ciudad de Medellin, en Antioquia y en un país entero: Colombia. 

Amor, autonomía, respeto, responsabilidad y tolerancia, son solo algunos de los valores que se aportan cada día a la visión del colegio para seguir luchando por un piloto que vale la pena y para seguir demostrando que desde la educacion se hace el cambio y desde así, desde los colegios, desde donde hay que trabajar para un mejor futuro.

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