VIDA EN LOYOLA
El 25 de Octubre del año 2010, Juan camilo se encontraba tomando su descanso como todos los días en la I.E José María Bravo Márquez, de repente uno de sus docentes hace un llamado a los jóvenes del grado séptimo considerados buenos estudiantes para contarles acerca de una propuesta de una nueva institución educativa la cuál buscaba hacer un énfasis en la investigación en convenio de la secretaría de educación, fundación Loyola y el Sena, buscando ser un colegio de calidad.
Al
día siguiente, Camilo asistió a una reunión en el auditorio de las
instalaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje donde uno de los voceros de dicha idea le contaría
al gran número de asistentes la idea formalizada, de la cual los jóvenes
salieron entusiasmados esperando el momento en el que les digan el inicio de
clases, claro, pasando previamente por una prueba de admisión.
Días
después le fue comunicado a Juan Camilo que había sido elegido junto a sus
compañeros para formar parte de la nueva Institución Educativa Colegio Loyola
para la Ciencia y la Innovación; entusiasmado corre y le cuenta a sus padres
que ahora formaría parte de dicho colegio en el cual se explotarían las
habilidades mentales como la investigación y la ciencia, materia la cual le
apasionaba a dicho personaje, además de estar junto a sus amigos de la antigua
institución a la cual pertenecía.
Juan
era un joven apasionado por emprender nuevos caminos y por aprender cada día más,
así que no veía el momento de comenzar esta nueva experiencia. Hasta que llegó
este anhelado 5 de Febrero de 2010, Camilo conoció a todos sus profesores y
nuevos compañeros los cuales compartían el mismo pensamiento de perseverar en
su futuro, entusiasmado comenzó con las jornadas diarias para conocer cada día
más el camino del saber.
El
joven comenzó acoplándose a la nueva metodología de trabajo, ya que era nueva
para el porqué en su antigua institución se trabajaba solo, pero ahora es un
trabajo colaborativo y por proyectos de investigación en la cual se acoplaría
los conocimientos de cada una de las áreas. Pero se sintió un poco desilusionado
al conocer las instalaciones del colegio, en la reunión para conocer la
propuesta, se les indicó a los estudiantes que tendría unas instalaciones
nuevas, bonitas y modernas; pero no fue así, fueron unas instalaciones viejas,
lo cual lo desanimó un poco pero continuó su camino ya que esto no era
impedimento para conseguir lo que quería, y de obtener nuevos aprendizajes como
lo fue en el grupo de robótica. La docente Clementina del área de tecnología le
abrió las puertas a un grupo de jóvenes apasionados por dicha área para conocer
un nuevo campo de la ciencia. En este ha tenido la oportunidad de participar en
diversas competencias y de conocer nuevas personas además de llenarse de un
conocimiento para la vida.
Ahora
se encuentra cruzando el grado once, el cual espera culminar con grandes éxitos
para abrirse su nuevo camino hacia la universidad y estudiar ingeniería
industrial, ya que este colegio le abrió la mente para ver que el camino no
finaliza, ahora se abren nuevas puertas
para continuar estudiando aplicando las experiencias y metodologías aprendidas
en la gran Institución Educativa Colegio Loyola para la Ciencia y la
Innovación.
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